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El tren cero

Yuri Buida

ISBN: 978-84-15509-17-2
Encuadernación: Cosido
Formato: Rústica
Fecha de publicación: 05/09/2013
Número de páginas: 120
Epílogo: José María Muñoz Rovira
Traducido por: Yulia Dobrovolskaya y José María Muñoz Rovira

Ilustración de cubierta: Iban Barrenetxea
PVP: 14.00€

Cuando se construyeron el puente y la estación de ferrocarril en aquel lugar perdido, se creó a su alrededor una pequeña comunidad de colonos (Iván Ardábiev —conocido como Don Dominó—, Esther y Misha Landáu, Vasili, Gusia...). Las instrucciones eran claras: cuidarían del mantenimiento de la estación y constatarían el paso del único convoy que transitaría esas vías (todos los días, a la hora exacta, sin preguntas), el misterioso tren cero: dos locomotoras delante, cien vagones perfectamente sellados, dos locomotoras detrás. Origen, una incógnita; destino indeterminado; carga desconocida. Con el paso de los años surgirán las primeras preguntas, las dudas y los miedos que amenazarán la existencia de este pequeño mundo y sus frágiles certezas.

Sobre este libro han dicho:
  • EL CONFIDENCIAL

    Limitada por extensión (apenas 120 páginas incluyendo un epílogo de uno de sus traductores, José María Muñoz Rovira), pero profunda y vasta por ambición, El tren cero podría significarse como uno de los grandes títulos del pasado 2013, uno de esos libros «tapados» que merecen mucha más atención de la que crítica y público le han dispensado.

    Aparecida en Automática Editorial, la narración de Yuri Buida es una vigorosa muestra del tan complejo como sugestivo arte de la parábola, arte que goza de especial predicamento en esa distancia resbaladiza, no siempre sencilla de definir, que discurre entre el relato largo y la novela breve, y que algunos de los mayores escrutadores de la ambigüedad humana han recorrido en sus escritos.

  • DETOUR

    Yuri Buida nos acerca a un territorio que es muy centroeuropeo (el absurdo), y lo une a otro que es muy ruso (algo así como el destino), todo lo cual se podría resumir en una palabra muy de moda: la patria. Pensemos en una estación atravesada por un tren cero. Ese tren cero es un misterio: cien vagones precintados, cuatro locomotoras, que atraviesan la vida de un puñado de gente de manera fugaz. Nadie sabe qué contiene, pero no puede sufrir ningún contratiempo, ni el más mínimo retraso. Todos están ahí para ello. Todo ha sido construido para que sea así. 

  • LA NUEVA ESPAÑA (Ricardo Menéndez Salmón)

    El libro inolvidable de Yuri Buida sobre un enigmático convoy en la larga noche estalinista

    Ningún país es literariamente tan fértil como el de la incertidumbre. El miedo, como en las mejores películas del género, no surge de lo mostrado, sino de lo sugerido. Porque el miedo no es sólo una instancia física, sino también psicológica, y lo que hace insoportable una espera no es el tiempo que en ella se invierte, sino la falta de razones que la amparan. Hay algo godotiano en El tren cero, una vigilia de la sensibilidad, una cuarentena de la inteligencia que convierte en trágica la peripecia de las gentes que viven en torno a la máquina que no descansa. Porque el tren pasa, pero para que ello suceda las vidas de quienes transcurren en los márgenes de su carrera van feneciendo, devoradas por la locura, la pena, el sinsentido. De esa paradoja extrae buena parte de su fuerza este libro inolvidable.

     
  • Librero a mi pesar

    Una escalofriante obra que reflexiona sobre las razones del poder y la sumisión, que, sobre todo en régimen comunistas totalitarios, obligaban a dejar la vida en un segundo plano para cumplir con las órdenes de un estado omnipotente y omnisciente. Una fantástica novela que nos deja perplejos sin saber qué esperar o siquiera si existe algo que debamos esperar, 

  • ESTADO CRÍTICO (Juan Carlos Sierra)

    El misterio viaja en tren

    En apenas cien páginas, cabe todo esto que hemos señalado y mucho más -ahí está para corroborarlo el epílogo que mencionaba al principio de Muñoz Rovira-. No me detengo ahora a hablar, para no cansar al lector de esta reseña, en otros asuntos enjundiosos como la magnífica caracterización de personajes, el papel silencioso pero cruel del régimen que pone en funcionamiento la Línea, las cuestiones que giran en torno al rol de las mujeres de esta historia, la figura de la judía Esther,… Eso merecería un par de reseñas como esta y el tiempo que el lector de un blog como este quizá no tenga. Lo que está claro es que El tren cero es una novela imprescindible con infinidad de recodos que cualquier lector atento será capaz de recorrer y disfrutar. Siempre y cuando exista el tren cero y esta novela

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